A 25 minutos de París, situado en un recodo de Yerres al borde del bosque de Sénart, este bello edificio del siglo XVIII y sus dependencias presiden un parque de 1,8 hectáreas con jardines a la francesa, árboles y bojes centenarios.
Distribuidas en varios edificios, cada una de nuestras habitaciones posee un alma y una decoración en armonía con el carácter auténtico del Viejo Castillo.
Cómodas y acogedoras, nuestras habitaciones combinan el encanto de lo antiguo y el confort moderno (pantalla plana, bandeja de cortesía, acceso Wi-Fi gratuito).
Una vez allí podréis disfrutar de una piscina climatizada en temporada (abierta de abril a septiembre).
Degustad, en nuestra sala de restaurante con vista panorámica al Parque o en la terraza los días en el que tiempo acompaña, nuestra refinada cocina tradicional, elaborada con productos frescos de temporada.