En un edificio histórico del siglo XVIII encontrarás la esencia de Cuenca: ¡bienvenido al Hostal Posada Huécar!
Antigua casa de labranza, representa ahora un establecimiento destinado al turismo. Se trata de un edificio sin pretensiones, auténtico y con mucho encanto donde pasar unos días alejados del ruido de las grandes ciudades.
Aprecia su característico diseño rural, que destaca por vigas y muebles de madera, suelos de baldosas y paredes en piedra vista.
En las habitaciones del Hostal Posada Huécar encontrarás un rincón de paz. Alójate con tu pareja, tus amigos o tu familia y descubrirás ambientes decorados con mucho cuidado, donde la madera y el color de las telas se armonizan a la perfección.
Cuenca es un lugar muy variado, donde la naturaleza predomina. Sobre la hoz del río Huécar se levantan las pintorescas Casas Colgadas, símbolo de la ciudad, que podrás visitar parcialmente, ya que solo 3 son abiertas al público... ¡Pero algo es algo!
Con un paseo podrás pasar por los otros imprescindibles de la ciudad: la Plaza Mayor, la Catedral y los peculiares rascacielos del barrio de San Martín.
Alejándote un poco de la ciudad, encontrarás sitios naturales únicos y de incomparable belleza.
El inmenso Parque Natural de la Serranía de Cuenca es una parada obligatoria, donde se alternan bosques, riachuelos y embalses donde refrescarse cuando la temperatura te pide un descanso.
Y, para ver el emblema de Castilla-La Mancha, los molinos, tendrás que coger el coche y dirigirte a Alcázar de San Juan, Consuegra o Campo de Criptana. Merece la pena hacer un viaje de casi 2 horas, la vista es impagable...
Revive los pasos del Quijote y descubre la variedad de Castilla-La Mancha de la mano del Hostal Posada Huécar.